Hemos venido a realizar el sueño de muchos, eso que cuando le preguntas a la gente y te dice...¿sabes lo que haría? ¡me iría a vivir a una isla! Pues bien, aquí estamos nosotros, realizando ese sueño.
Sueño mío no es, desde luego, yo soy una rata de ciudad; a mí me encantan tomar café en las cafeterías chachis de Barcelona, pasearme por mi barrio en Sant Andreu e ir de compras por el Paseo de Gracia; también me gustan comer en los restaurantes en Gracia y pasearme por el Borne en bicicleta. Con lo cual, ahora mismo yo soy una acompañante, el del sueño es mi marido, ése si que está loco por vivir y bucear en una isla, y en una isla estamos, se llama Koh Tao y está cerca de la Península de Tailandia.

Comenzaré por decir que es una isla pequeñita, es como la clásica foto que tenemos de las islas: mucha vegetación, clima caliente, el mar azul... azul... azul... hermoso, de esos azules que sólo se ven una vez en la vida, gente isleña enfadada y otros muy felices (al fin y al cabo el ser humano es igual donde vayas), animales raros... ¡muy raros! como por ejemplo esos pequeños dragones que se mueven por los techos de las casas (gracias a Dios aún no me ha tocado ver ninguno en persona, si no...¡muero!) como es una isla básicamente para buceadores, pues el 80% de las personas que están aquí a eso se dedican, la isla está repleta de ofertas varias sobre cursos de buceo, están en todos los idiomas y en todas las formas.

En lo que usualmente me fijo (por defecto) es en los restaurantes, y de esos también hay variedad; nosotros usualmente nos adaptamos a la comida local, primero porque realmente nos encanta y segundo porque es con diferencia realmente muy barata en comparación con la "west food" que es la comida que a los europeos y occidentales les gusta como: pizzas, hamburguesas, pasta y todas esas cosas buenísimas que engordan, incluyendo las patatas fritas que le encantan a mi niño y con las cuales acompaña casi todas sus comidas.

Se puede comer por un euro y medio comida tai y hasta por seis euros un buen chuletón en un restaurante nice. De momento nosotros preferimos ahorrar dinero y de paso comer cosas que nunca comemos en casa. Ahora me pensaré más eso de tomar clases de cocina Tai... ¡me encantará sorprender a la gente cuando venga invitada a casa! Pero no por la comida, sino porque por fin me he metido a la cocina... yo que no sé ni freír un huevo.

written by  Noemi y Carlos on September 29, 2014 from Bangkok, Thailand
from the travel blog: NUESTRO VIAJE POR ASIA Y ALGO MAS...
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written by  Sarita on November 18, 2014

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