El Bolsón (como Frodo)

De Villa la Angostura, salimos de camino a Bariloche, localidad final del camino de los 7 lagos y es también la más grande de todas.
Decir que Bariloche es la ciudad de los viajes estudiantiles. Todos los estudiantes argentinos de secundaria se van de viaje de fin de curso a Bariloche. También es uno de los destinos argentinos más turísticos en verano, y aunque tiene bastante infraestructura para recibir gente a nosotros nos fue prácticamente imposible conseguir alojamiento (estábamos mojados y hartos de dormir en tienda de campaña, necesitábamos una cama). Así que después de más de 3 horas dando vueltas por Bariloche sin conseguir una cama más o menos decente, regresamos a la terminal de autobuses y nos fuimos al Bolsón.

El Bolsón, pueblo que durante los 70 tuvo un gran movimiento hippie, hoy en día se dedica básicamente al turismo, que llega en masa atraído principalmente por su feria artesanal y de productos locales. La feria estaba bastante bien, pero para nosotros estuvo mucho mejor lo que ofrecían sus alrededores. Allí nos quedamos una semana durante la que visitamos varios lugares.
En la cascada que hay en el pueblo contiguo El Hoyo pasamos un día de picnic.

También visitamos el lago Puelo de aguas azules y tranquilas. Aquí tuvimos la mala suerte de perder una tarjeta llena de fotos desde Iguazú a Buenos Aires que nunca jamás recuperaremos ya que no teníamos copia en ningún otro lugar, QUE BAJÓN!!!

Al día siguiente visitamos el bosque tallado situado en el cerro Piltriquitrón (vaya nombrecito más techno). Este bosque fue una iniciativa de un artista local al que se le ocurrió, después de que se quemara dicho bosque, tallar esculturas en los restos de los troncos quemados. El bosque cuenta hoy con más de 40 esculturas y cada 2-3 años se le esculpen 10 más.

Un poco más arriba del bosque tallado está el refugio del Piltriquitrón desde dónde hay unas maravillosas vistas de la zona.
La caminata de 11 km de ida más sus 11 de vuelta al Piltriquitrón, fue un calentamiento para el día siguiente llegar a otra de las atracciones del lugar: El Cajón del Azul.

El Cajón del Azul es un cañadón de un metro de ancho por 40 de profundidad por el que si uno se asoma puede ver al fondo el río Azul.
La verdad es que el nombre del río expresa claramente lo que es: AZUL, de un azul intenso y transparente que ni el Caribe tiene, el único inconveniente es que el agua está tan fría que es imposible bañarse en el río, y eso que las piscinas naturales que forma el río son muy tentadoras.

Subimos hasta el Refugio El Retamal donde decidimos pasar un par de noches disfrutando de la paz y la tranquilidad de estar perdidos en medio de la montaña (con 30 personas más que también buscaban esa tranquilidad…). Allí conocimos a los mellizos De Falco, Pablo y Lucía, nacidos en Madrid, crecieron en Argentina y vivieron un tiempo, no hace mucho en Tarragona… esperamos encontraros por tierras mediterráneas de nuevo.

El Bolsón (como Frodo)

El Bolson, Argentina