Cochabamba

No, no regresamos a Rio, pero en Cochabamba también hay un Cristo que supera en 7 metros al de Río de Janeiro.
Lo bueno de viajar de noche y llegar temprano a una ciudad, es que aunque estés un poco cansado el día siempre te cunde mucho más.
Nosotros llegamos Cochabamba a las 5:30 de la mañana, y a sobre las 6 ya estábamos en el hostal. Eso sí, echamos un sueñecito antes de empezar a pasar todo el día por la ciudad.

Primero paseamos por la plaza 14 de septiembre, la plaza central, y por sus calles colindantes. Después nos acercamos en autobús al teleférico que nos subió al Cristo de la Concordia, desde donde uno tiene una buena Vista panorámica de la ciudad, después, al mercado central donde comimos.
Hicimos un pequeño descanso para ver al Barça ganar 4-1 al Arsenal y clasificarse para las semis de la Champions y después a visitar el Palacio Portales, que es una “pequeña” mansión que perteneció al boliviano Simón Patiño, quien medio muerto de hambre, descubrió una mina repleta de estaño de muy alta ley, y que exportó en bruto a Inglaterra y refinó allá en un compañía también bajo su propiedad. Al día siguiente salimos para La Paz.

Cochabamba, Bolivia