El lago Rivadavia

Dani en el rio Arrayanes

A las 10 de la noche llegamos a Esquel y a las 10:30 ya estábamos subidos en el autobús dirección a Puerto Madryn.
La verdad es que aquí lo pasamos muy bien y conocimos a mucha gente, sobretodo en los fogones, fuegos que en un principio se hacen para cocinar y que acaban siendo el lugar donde relacionarse en todos los campings. Aquí incluso probamos una cerveza casera que 4 chicos de Bariloche preparaban para abastecerse ellos mismos. En esta zona del país hay bastante tradición de fabricación casera de cerveza.

written by  Paso a Paso on January 20, 2010 from Esquel, Argentina
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El Cajón del Azul es un cañadón de un metro de ancho por 40 de profundidad por el que si uno se asoma puede ver al fondo el río Azul.
La verdad es que el nombre del río expresa claramente lo que es: AZUL, de un azul intenso y transparente que ni el Caribe tiene, el único inconveniente es que el agua está tan fría que es imposible bañarse en el río, y eso que las piscinas naturales que forma el río son muy tentadoras.

Lago Lacar en San Martin de los Andes

De Junín nos desplazamos a San Martín de Los Andes. En esta localidad comienza el conocido camino de los 7 lagos. Son 184 km hasta llegar a Bariloche por los que se pasa, como su nombre indica, por 7 lagos. En verano los recorre muchísima gente ya sea en bus, autostop, bicicleta, coche… y la gran mayoría es gente joven del país que está de vacaciones.

El lago Falkner

Salimos de Buenos Aires el 2 de enero después de pasar un fin año tranquilo en el hostal. Nos comimos las uvas utilizando una de las retransmisiones que se hicieron en el estado español que encontramos en el YouTube y que cuadramos a nuestro criterio con las 00:00 en Argentina.
El primer bus nos llevó a Neuquén, capital de la provincia con el mismo nombre. A Neuquén llegamos a las 13 horas del día 3 después de las 17 horas de viaje que tardamos en cruzar el país de la costa a la cordillera andina. Por primera vez entrábamos en la Patagonia Argentina, que se extiende desde aquí (un poco más al norte) hasta Tierra del Fuego.
Allí, en Neuquén capital, que no había mucho por hacer, esperamos hasta las 11 de la noche para tomar el segundo bus del recorrido que nos llevaría hasta Junín de los Andes. A destino llegamos, por fin, a las 05:30 de la mañana, y al bajar del bus nos recibió ese frío andino que no teníamos muchas ganas de volver a encontrar (suerte que aquí estamos en verano).
El motivo de llegar a Junín era entrar al Parque Nacional Lanín, donde se encuentra el volcán que da nombre al parque. Así que en 2 horas de autobús desde Junín y pago de entrada al parque (los extranjeros pagan 3 veces más que los nacionales) llegamos, por fin, al final del recorrido, a orillas del lago Paimún.

Al día siguiente nos levantamos con la intención de subir a la base del volcán Lanín pero amaneció lloviendo, bueno, había llovido durante toda la noche así que dedicamos el día a no hacer mucho, y lo pasamos junto al fuego, que era dónde mejor se estaba, con la esperanza que al día siguiente el tiempo nos fuera favorable y así poder llegar a la base del Lanín.
Por suerte así fue, de hecho, días como el que nos hizo, sólo hemos visto unos poco hasta la fecha de hoy.

Por tal de preservar el lugar sus habitantes, en su mayoría, no quieren electricidad en sus casas. Así que sólo el faro y la policía tienen electricidad. Lós demás funcionan base de velas, pequeñas baterías que recargan a través de placas solares.

Esta reserva se creo principalmente para proteger a las colonias de lobos marinos que habitan en las rocas bañadas por el mar, además de una isla a la que no se puede acceder, pero desde tierra puedes a escuchar los sonidos que producen.
Tuvimos la suerte de estar a escasos metros de ellos. Son muy Lindos pero huelen a pescado.

Aparte de estos increibles animalitos, Cabo Polonio está rodeado de inmensas dunas, por las que bajamos haciendo la "croqueta". Pere, les fotos "croqueteres" te les dediquem a tu.

A Montevideo llegamos después de 10 horas de autobús desde Rosario (Arg). La capital uruguayana es relativamente pequeña, con 2 millones de habitantes. Estuvimos paseando por el casco viejo, por el puerto y por las avenidas principales. No tenemos mucho más que contar.
Es una ciudad con mucho estilo europeo, incluso en sus precios.

El mate acompaña la vida de los uruguayos, argentinos y paraguayos