De Agra nos fuimos a Jaipur, la capital del estado de Rajasthan, por donde hemos decido viajar estos últimos 28 días. Jaipur, la cual llaman la ciudad rosa por el color que tienen la mayoría de las fachadas de la vieja ciudad, es un lugar estresante de más de 3 millones de personas. Aún así pasamos un par días, mientras visitamos la ciudad amurallada y sus enormes mercados.
Durante nuestra estancia en Bundi se celebró el festival de la ciudad, pero por las condiciones climáticas la mitad de los actos se cancelaron. Asistimos a “los juegos tradicionales” como espectadores. Las mujeres jugaban “al pañuelo” así que de tradicional indio poco; y en los otros dos juegos que vimos sólo participaban hombres y no supimos el nombre ni entendimos muy bien de que iban. El primero de ellos lo jugaban 2 equipos en un campo pequeño y varios de los participantes acababan persiguiendo a otro, imaginamos que del equipo contrario, hasta que lo tumbaban al suelo. El otro de los juegos consistía en apilar piedras y lanzarle una pelota de tenis para tirar el montón al suelo… tampoco sabemos el nombre ni llegamos a entender porque corrían los participantes.
La primera noche que pasamos en Bundi conocimos a Raju, y dos días más tarde nos invitó a cenar en su casa. Y es que la gente de estas tierras, a excepción, por lo general, del que te quiere vender algo, es de por si e históricamente hospitalaria con todos sus visitantes.
Udaipur y Jodhpur ubican dos de las construcciones que sirvieron a los diferentes maharajas de estas dos ciudades. En Udaipur visitamos el palacio real que empezó a construirse en 1600. Desde el piso más alto se puede ver el lago Pichola; en 1754 se construyó en una de las islas de dicho lago otro palacio como residencia de verano del Maharaja. Hoy en día el palacio funciona como un hotel de lujo.
A Jodhpur la llaman la ciudad azul por qué antiguamente se pintaban las fachadas de las casas con índigo, tinte natural de dicho color que mantenía frescas las casas y alejaba a los mosquitos. En lo alto de la colina se erige el impresionante fuerte Meherangarh hoy en día todavía propiedad del último Maharaja de Jodhpur que ha decidido sacar rendimiento al lugar abriéndolo al público y así también para mantenerlo en buen estado.
Visitamos nuestro último fuerte y entramos en un templo Jainista, cosa que no habíamos hecho hasta el momento, y la verdad es que son una obra de arte; seis mil seiscientas sesenta y seis figuras talladas conforman columnas y paredes del templo. Asistimos a una representación tradicional de marionetas con música popular en directo y vimos atardecer sentados sobre una de las pequeñas dunas del desierto del Thar. Maletas preparadas, última parada, Delhi.
El día 9 de junio de 2009, hoy hace 1 año, 6 meses y 5 días, salimos por primera vez de casa con la mochila a cuestas, y hoy, 14 de diciembre de 2010 podemos decir que este cuento ha llegado a su fin. Solamente daros las Gracias por la compañía y los ánimos durante esta historia, han sido muy importantes para nosotros. A través de este blog hemos tratado de explicar nuestro día a día, esperamos que os haya entretenido. Esta es por tanto la última entrada del blog, cerramos por vacaciones hasta el próximo viaje… pero, paso a paso.En un ratito nos vemos…