Las cosas podrían haber sido tranquilas, pero para que si se puede y se quiere correr… Quisimos llegar a todo y no se puede… así que vimos a la familia, a los amigos más cercanos y a quienes nos fuimos encontrando por la calle. Celebramos el cumpleaños de Robert, salimos con los amigos y deseamos que Laia y Andrea se convirtieran en papás durante nuestra estancia, pero Luca no tuvo ganas de salir durante esos días… Ahora, por fin, ya son oficialmente papas... ENHORABONA PARELLA!!!!Dani se fue a la boda de Marina y Manolo en Landete (Cuenca), y es la otra pareja a la que queremos felicitar, MUCHA SUERTE CHICOS, SER FELICES!! También fuimos a Madrid a tramitar el visado a India, que pagando una módica cantidad de 42€ más, a los 60€ que ya vale el visado, te lo entregan el mismo día, así que ya puestos hicimos un poco el turista por la ciudad y visitamos a la familia en Tres Cantos.Nos supo a taaaan a poco… y esta vez quizá salimos de casa con menos ganas que hacía un año… pero todavía con nervios e incertidumbre, lo cual es bueno para descubrir algo que no tiene nada que ver con lo que habíamos visto hasta el momento… Asia…
Cuando llegamos al hostal en Nueva Delhi flipamos un poquito, parecía que acababa de pasar una guerra… Todas las calles y las fachadas de los edificios estaban destruidas, una grúa que recogía escombros cortaba el paso y el taxi tuvo que aparcar justo al lado de una vaca que estaba descansando, para continuar nuestra marcha a pie hasta el alojamiento.El sol y el calor durante el día son abrasadores… “hacía 12 años que no teníamos un calor así” nos decía la gente… pues que suerte hemos tenido por poder experimentar los 50 grados en esta ciudad que no para de levantar polvo, que juntamente con el sudor hace una interesante mezcla sobre la piel…
La construcción es espectacular. El Templo Dorado se encuentra en medio de la Amrit Sarowar (“piscina” sagrada) al que se llega por el puente Gurus. Una fortaleza de mármol de 2 plantas rodea la “piscina” donde los creyentes se dan un baño.Había muchísima gente de visita, la mayoría del propio país, ya que aquí es periodo de vacaciones escolares y laborales. Durante toda la visita mucha gente nos sonreía al pasar, nos pedía que les tomáramos fotos o nos pedía que nos tomáramos una foto juntos y nos daban tirones de la mano o el brazo para llamar nuestra atención. Unos niños nos acompañaron durante todo el recorrido por el templo. Al principio nos seguían, luego nos hacían de guías…
Cuesta bastante acostumbrarse a ser objetivo de muchas miradas y de muchas fotografías, pero nosotros también tomamos fotos de ellos (muchas porque nos las piden) así que no nos podemos quejar. Muchas veces también es agobiante que te paren a cada 3 pasos (literalmente) para hacerte las mismas preguntas personales: de dónde eres, tu nombre, donde te hospedas, cuantos días te quedas… y claro, por respeto, educación o curiosidad te paras y aunque muchos sólo quiere conversar por curiosidad, muchos otros acaban pidiéndote o queriendo algo de ti, lo cual acaba siendo un poco decepcionante, aunque al final, también te acostumbras…
Eso sí, el paisaje de Mc Leod Ganj deja de ser Plano, aparecen los bosques de pinos enormes, los valles espectaculares y los picos nevados, nos encontramos en la cordillera del Himalaya. Hay mucha influencia tibetana, evidentemente por su cercanía geográfica. Se ve en sus habitantes que dejan de tener los rasgos indios característicos, se ve en las construcciones de las casas en la comida, etc… Muchos extranjeros llegan para quedarse largas temporadas ya sea para introducirse en budismo o en busca de alguna práctica espiritual.Sin duda, un lugar interesante.
Coincidimos con varios festejos en el lugar y con la recepción de un ministro del estado de Himachal (o eso es lo que entendimos). Nos gustaron mucho las viviendas de los habitantes del lugar y los tranquilos alrededores, y como no, visitamos el templo hindú de la localidad. Aquí pudimos ver un poco la vida campesina de la región, y nos sorprendió como mayoritariamente las mujeres, se dedican al campo, azada en mano, y los hombres se dedican a los comercios.
Los aires de montaña nos atraparon, y decidimos pasar a Kasol, en el cercano valle de Parvati, todavía en el estado de Himachal. Kasol fue nuestro último destino en la cordillera del Himalaya e hicimos lo propio de la montaña, caminar y hacer el vago tirados a orillas del río, hasta que el monzón del norte de India apareció y las lluvias constantes hicieron que empezáramos a movernos hacia el sur… próximo destino Varanasi.
Eran ya pasadas las 12 de la noche y todavía había locales abiertos dónde comer y supermercados donde comprar (y es que los hay que abren 24 horas). La ciudad estaba relativamente limpia y descongestionada de contaminación en el ambiente.Otra de las cosas que nos chocó culturalmente es que Malasia es un país islámico desde hace más de 500 años. Muchas mujeres, evidentemente no todas y menos en la capital, aunque con rasgos asiáticos, llevan velo y no muestran ni hombros ni brazos.
Comimos casi todos los días en China Town y también en Little India, tomamos el monorail y el tren aéreo, visitamos parte de la zona verde de la ciudad que es bastante grande y planeamos un poquito el viaje por Malasia… siguiente destino, el Parque Nacional Taman Negara.