La carretera es ese hilo blanco que se ve a la derecha

La verdad es que cuando hemos visto la carretera hemos sabido por que se la llama así. Una estrecha vía en la que apenas cabe un autobús, evidentemente de ripio, y con barrancos de más de 500 metros de caída bordeando el camino. No nos ha extrañado nada que murieran unas 200 personas cada año solamente en esa carretera…
Después del descenso llegamos a Coroico, donde pasaríamos la noche para marchar al día siguiente a Rurrenabaque, donde comienza el Amazonas boliviano.

Un juguito de Papaya y Banano para llevar en bolsa de plástico

Una de las principales atracciones de la Pampa es ir a encontrar anacondas. Pero hace ya más de dos o tres meses que nadie ve ninguna. Uno de los principales motivos evidentemente es el turismo irresponsable y los guías que para satisfacer al cliente hacen lo que sea. El repelente para mosquitos que todos nos ponemos encima mata a varias especies en horas o días. Una cría de caiman muere en pocas horas y una anaconda en cuestión de 72 horas. "Muchas Gracias" a todos aquellos que quisísteis haceros una foto con una anaconda al cuello o un caimancito en las manos...

Y aunque como decíamos cada día desembarcan en un centenar de turistas, después de que la mayoría se vaya, la tranquilidad y la paz siguen reinando en el lugar. Las mayores actividades económicas de la isla a parte del turismo, siguen siendo El Campo y la pesca. Cada día, al atardecer por la misma playa, pasan de vuelta a sus casas los campesinos con sus animales y regresan las barcas de pescar a las orillas, a veces hay suerte, a veces no.
El sol brilla con mucha fuerza, incluso una aureola con los colores del arcoíris, constantemente lo rodea.

El agua es fría pero las Playas parecen extraídas del Caribe. No hay que olvidar que estamos en el lago más alto del mundo, no el más grande, pero cuando uno sube a la parte más alta de la isla olvida por momentos que está en un lago ya que el horizonte se pierde en la inmensidad del agua… Cuesta mucho subir cuestas empinadas a esa altura pero merece tanto la pena pasear por ella…

Aquí nos despedimos de Bolivia, no podríamos haber tenido un mejor final…

En Ollantaytambo esperamos una furgoneta que nos llevó a Piscacucho para tomar el tren a Aguas Calientes. Las vías férreas en ese tramo todavía estaban estropeadas a causa de las fuertes lluvias e inundaciones de hacía 2 meses. Tomamos el tren en Piscacucho sobre las 19:45 y no llegamos a Aguas Calientes hasta las 21:15 pasadas, es decir más de 1 hora y media para 28km…

En la cima de Wayna Picchu

Bien, aunque extremadamente caro y turístico, Machu Picchu no defraudó y es difícil que defraude. La ciudad que albergó a casi 1.000 personas en su mayoría nobles y sus sirvientes, y a la que también se le atribuye la función de centro ceremonial religiosos y hospedaje para el primer emperador Inca, permaneció escondida por la selva durante casi 500 años desde que fue abandonada por los nobles Incas que la habitaban hasta su descubridor oficial hasta el momento, el profesor norte americano, Hiram Bingham la halló en 1911 gracias a un niño campesino de la región que lo guió hasta la entonces “ciudad perdida”. De ella todavía se conserva casi el 80% de la estructura original sin haberse deteriorado, lo que falta mayormente son los techos de las viviendas ya que eran de paja y con el tiempo desaparecieron.
Aquella misma noche regresamos a Ollantaytambo para echar un sueñecito, viajar por la mañana de vuelta a Cusco y tomar un bus para llegar Nazca (a 15 horas de autobús desde Cusco).

... y la típica... por cierto Wayna Picchu es la montaña más alta